“Soy feliz, veo la vida de una forma diferente, y cuando quiero decir algo, lo digo cantando”: Freddy Ordóñez

Caminando por la tierra de La Cholupa, exactamente por el Parque Santander en pleno centro de Neiva encontramos a Freddy Ordóñez, un artista callejero, cantante del género vallenato, quien transmite una energía y alegría únicas cuando entona sus canciones. Lo abordamos para pedirle que nos regalara un saludo a los seguidores de nuestro medio de comunicación, y gran sorpresa nos llevamos cuando nos dice que si lo puede decir cantando. Entre risas, mientras cuadra la canción que va a entonar nos dice que él ya hace parte del paisaje del Parque Santander, que gracias a la música ha recorrido y conocido varias ciudades de Colombia y algunos países como Ecuador, Venezuela y Perú, entre otros. Un parlante, un palo de escoba que le sirve de bastón y guía para desplazarse de manera autónoma, y una guacharaca son suficientes para que Freddy arme su propia parranda vallenata en el mejor escenario, la mejor tarima o auditorio para un concierto que pueda existir según él, el Parque Santander, y con el mejor público y espectadores presentes, los miles de transeúntes que lo recorren a diario.

Nos regaló las canciones “La celosa” de Carlos Vives y “Mi primera cana” de Diomedes Díaz, a quien admira de niño, tanto así que se denomina orgullosamente ‘Diomedista’. Este caqueteño, pero hijo adoptivo de Neiva nos cuenta sin misterios, sin tristezas ni rencores que infortunadamente un impacto de bala, producto de la guerra y la violencia de los años 80 le arrebató la vista cuando tenía 16 años; pero que Dios lo premió ese mismo día con el don y el talento de la música.

Así como Freddy, cada día son más las personas que trabajan de manera informal en las calles de Neiva en el famoso “rebusque”, término muy conocido por los colombianos que luchan, trabajan con honestidad y berraquera para conseguir el sustento diario. Aun así, existen una serie de prejuicios y conceptos errados frente a los artistas callejeros que trabajan diariamente en ciertas actividades y múltiples mecanismos ganándose la vida de una forma correcta que implica la lucha por la sobrevivencia.